...Triste. Esa fue la gota que rebasó el vaso, literalmente. Siendo la gota, mis lágrimas y el vaso mis ojos.
- Sé que es el amor de tu vida, mi amor - dijo mi madre.
Había pensado que ella no lo notaba, pero lo sabe todo.
- ...Y que no quieres dejarlo... - agregó.
Sentí inmediatamente como la sangre fluía por mi cara, mis labios temblaron, sacudí la cabeza y cayeron dos gotas mojando el mantel de la mesa.
- Javiera... - dijo con tono preocupado.
Y salí disparada al baño, lloré, me sequé las lagrimas, me di aliento. ''Vamos mujer, tu puedes.''
Y volví a la mesa.
-Yo te conozco, eres de un solo amor, como yo. ¿Son novios o amigos? - preguntó.
Sabes que ya no, me limité a decir ''No, amigos'' -si así se le puede llamar- pensé.
-Tienes mi apoyo cariño. Yo te entiendo, se cómo estás y te sientes, has estado así desde que te dimos la noticia, pero tienes que rehacer tu vida...
Pero yo no quiero vivir mi vida con otro que no sea ÉL. Pensé.
Me limité a sonreir.

No hay comentarios:
Publicar un comentario