Al ver que tu sillón reclinable, no esta reclinado, que no estás sentado en el, y que no estás viendo futbol en la tele del mueble.
Al no escuchar tus gritos de locura repentina, tu risa. Y tener que escuchar tu voz cansada en el teléfono.
Al ver tu tazón del té vacío, sin uso, seco, guardado y sin té, obvio. Así siento la casa ahora que no estás, como un tazón de té vacío.
Porque eres el pilar fundamental de esta casa si te fijas, la vida mía, de mi madre y de mi abuela gira en torno a ti. En torno a la hora que llegabas, el ratito que veías futbol y tu tazón de té gigante. Nos haces falta.
Espero que los meses pasen rápido, que no me de cuenta y que estemos todos juntos de nuevo.
Te amo, no podría existir otro hombre mejor que tú.
Te amo, Papá... te amo.

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