Tan lejos que parece mentira que te pueda amar así. ¿Querer?.
Abrazarte toda una noche, beber tu aroma y fundirme en tu piel... Dormir contigo, en el sentido más puro de las palabras. Mas ¿Qué? Debo seguir tras esta caja mágica, tras estas letras de plástico y luz... Estoy obligada a sólo poder verte, oírte, sentirte de este modo.
Pero te siento aquí dentro, dentro de mi, en el fondo se que haz estado conmigo desde el primer día, ausente pero ahí de todos modos.
Parece tan irreal, tan falso que te vayas un día y no vuelvas, mientras te espero aquí, sentada.
No sabes como envidio a todo aquel que puede tenerte ahí, cada glorioso día... más aun a los que logran tocarte. No sabes, simplemente no lo entiendes.
Poder tocar tus labios con los míos, pareciera que nunca fuese a suceder... Mas he visto humanos que lo han logrado. Sigamos intentando.
sábado, 17 de diciembre de 2011
jueves, 1 de diciembre de 2011
Vuela.
Yo no quería que tu me amaras, pero sucedió.
siempre quise amarte en soledad, que no te fijaras en mi, que salieras con alguien más, porque de ese modo eras feliz.
Yo era feliz también sin la necesidad de extrañarte, sin sentir un vacío cuando no estabas, todo estaba bien hasta que me hablaste. Desde ese día puedo decir realmente que mi vida se arruinó. Se hizo pedazos porque me ponías demasiada atención y dejaste de tener pensamientos propios.
Todo el día era tuya y tu mío. Pero notaba que no era feliz.
No dudaste ni un segundo, y eso era lo que más amaba de ti.
No dudaste en dejarme.
Dudaste al volver.
Entonces me fijé que todo fue en vano.
Que nunca me amaste, ni lo harás.
siempre quise amarte en soledad, que no te fijaras en mi, que salieras con alguien más, porque de ese modo eras feliz.
Yo era feliz también sin la necesidad de extrañarte, sin sentir un vacío cuando no estabas, todo estaba bien hasta que me hablaste. Desde ese día puedo decir realmente que mi vida se arruinó. Se hizo pedazos porque me ponías demasiada atención y dejaste de tener pensamientos propios.
Todo el día era tuya y tu mío. Pero notaba que no era feliz.
No dudaste ni un segundo, y eso era lo que más amaba de ti.
No dudaste en dejarme.
Dudaste al volver.
Entonces me fijé que todo fue en vano.
Que nunca me amaste, ni lo harás.
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